Darío Krapf, científico del Instituto de Biología de Rosario, dijo que lo que observaron es «un aumento del 63% en el número de embriones obtenidos y de mucha mejor calidad que los que se obtuvieron por el tratamiento tradicional».
Hace aproximadamene más de un mes nació el primer bebé del mundo concebido con un nuevo método de fertilidad. Darío Krapf es un científico del Instituto de Biología de Rosario y uno de los co-fundadores de la empresa de base tecnológica y startup Fecundis.
«El espermatozoide durante muchísimo tiempo fue considerado como un simple transportador del ADN del papá hacia el embrión y hoy en día sabemos que esto no es así. Las funciones del espermatozoide van mucho más allá de este rol. Nosotros mostramos cómo se pueden generar muchos más y mejores embriones con buena calidad para la transferencia al cuerpo de la mujer», detalló el especialista.
Krapf agregó que «normalmente en la clinica hay muy pocos embriones al final del procedimiento. Todos conocemos parejas que están transitando este duro camino y se encuentran con que tienen 1, 2 o 3 embriones y algunos no son de muy buena calidad». «Con esta primera prueba piloto lo que vimos es un aumento del 63% en el número de embriones obtenidos y de mucha mejor calidad que los que se obtuvieron por el tratamiento tradicional. Esto da muchas más chances a las parejas de que inenten transferencias de esos embriones generados sin tener que someterse nuevamente a un procedimiento completo que es tremendo para la pareja y para el bolsillo», aseguró.
