Está previsto que la próxima semana el Gobierno informe cuál será el aumento de las jubilaciones y pensiones para el período que va de junio a agosto, el segundo reajuste de 2023. Aunque aún resta conocer el dato oficial sobre la evolución de los salarios de marzo, que permite calcular el incremento, se estima que la suba rondaría el 21%.
Si finalmente se aplicara este porcentaje de 21%, la jubilación mínima pasaría de $58.665,43 (la cifra actual) a unos $71.000 aproximadamente. Según economistas, si la tasa de inflación presente es superior a la tasa de inflación del trimestre pasado (la de abril-junio va a ser muy superior a la de enero-marzo) el aumento de la movilidad jubilatoria para los que cobran menos de dos mínimas volverá a caer fuertemente respecto a la variación de los precios. Lo mismo había sucedido en el trimestre anterior.
El primero de los cuatro aumento para los jubilados y pensionados correspondientes para este año, otorgado para el período que va de marzo a mayo, fue de 17,04%. Pero, además, el Gobierno otorgó un refuerzo para las jubilaciones y pensiones de hasta dos haberes mínimos, con el objetivo de que ninguna jubilación quede por debajo de los $73.000.
El refuerzo mensual fue de $15.000 por mes para quienes perciban hasta una jubilación mínima y fue decreciendo progresivamente hasta los $5.000 pesos para los que perciban hasta dos haberes mínimos. Con estos incrementos, se llegó a una jubilación mínima de $73.665.
Por la ley de movilidad jubilatoria, los haberes de los jubilados se ajustan de forma trimestral con una fórmula que combina un 50% de la recaudación de la Anses y otro 50% de la variación salarial, de acuerdo a los valores del Índice General de Salarios o del Índice Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables.