Leyría está sospechado del delito de suministro de estupefacientes en grado de tentativa agravado, por tratarse de un funcionario público. Sin embargo, el acusado negó el hecho y se declaró inocente.
La acusación surge a partir de que el agente del Servicio Penitenciario de Córdoba habría sido sorprendido dentro de la cárcel local «en flagrancia», con un paquete que tenía clorhidrato de cocaína en su interior.
Posteriormente, se pudo determinar que el contenido del envase eran 39 gramos de la droga, lo que, según la equivalencia que utiliza habitualmente el Ministerio Público Fiscal, representa 39 dosis.
El procedimiento se llevó a cabo en la UP6 de Río Cuarto el 10 de abril y el agente quedó privado de la libertad de inmediato, para luego ser trasladado a Bouwer, con el objetivo de evitar roces con los internos de la cárcel local, que tenía a su cargo hasta unas semanas atrás.
Fuente: Puntal